jueves, 18 de noviembre de 2010

Educación Inicial


La Educación Inicial se comprende como el proceso de desarrollo y transformación de las capacidades de las niñas y los niños, del nacimiento a los tres años de edad. Para apoyar dicho proceso es necesario proporcionar un conjunto de oportunidades de aprendizaje, que permita fortalecer los niveles de desarrollo alcanzados por los niños en su evolución, pero además, llevarlos a que construyan capacidades para mejorar sus condiciones de vida y sentar las bases para un enriquecimiento de su vida personal, familiar, escolar y social.

Los niños al nacer son vulnerables por lo que requieren de un apoyo externo para su supervivencia. Sin embargo, rápidamente aprenderán a ser seres independientes adaptándose a su contexto. Esto depende de sus experiencias en los primeros años de vida.

La Educación Inicial es un apoyo que se le brinda al proceso natural de desarrollo de los niños y las niñas fortaleciendo sus capacidades intelectuales, afectivas y físicas, mediante una intervención planeada, sistemática y de calidad de los diferentes agentes educativos e instituciones que hacen vigentes los derechos de los niños y a su vez vigilan que los otros los respeten para que cada niño, independientemente de su contexto y características personales, tenga una vida plena y alcance un desarrollo integral.

El proceso que sigue, es un espacio donde los niños tienen oportunidad para opinar, tomar decisiones, actuar con iniciativa y organizarse con sus pares con diversas intenciones. Un lugar donde el agente educativo toma en cuenta los puntos de vista, informa a los niños sobre lo que van a hacer, cómo hacerlo y cómo participar, además de apoyar las acciones que emprendan.

El agente educativo debe saber que todos los niños desde su nacimiento son seres sociales capaces. Siegel (1999), señala que un gran número de estudios han aclarado que el desarrollo debe considerarse como resultado de los efectos de la experiencia sobre el potencial genético innato.

Para la Educación Inicial el centro de atención son los niños y las niñas entre el nacimiento y los tres años de edad, sin importar su condición física, social, étnica, económica, cultural o de género. En esta diversidad de condiciones, el proceso educativo ofrece oportunidades para mejorar, transformar, o crear mejores capacidades en su vida.

 Se entiende por capacidad a la posibilidad que desarrolla el individuo para llevar a cabo diferentes actividades con un resultado positivo. La capacidad se construye a partir de aptitudes que ya se dibujan desde la genética del individuo de la extrema voluntad o desde la extrema voluntad que direcciona la mente y el cuerpo a conseguir el nivel de ejecución deseado para concretar el resultado.

Los contextos y situaciones en las que viven los niños y las niñas determinan las posibilidades de instrumentación de los momentos de aprendizaje y las medidas de atención.

Estimular el aprendizaje y el desarrollo según las novedades y el desafío que presente el contexto de los niños y las niñas, al proporcionar una continuidad en el aprendizaje, favorecerá el fortalecimiento de las capacidades necesarias para la integración en su medio.

En un centro de desarrollo (que puede tener diferentes nombres), la atención y el cuidado es distinto al que se proporciona en la familia o en la comunidad; más aún si se trata de condiciones urbanas, marginales, rurales e incluso migrantes, ya que estos diferentes contextos propician una adaptación acorde a las posibilidades y la cotidianeidad de las costumbres y tradiciones de los diferentes ambientes.

No obstante, la diversidad de contextos y situaciones en las que se instrumenta el proceso, proporciona un beneficio a los niños y niñas a través de la interacción directa con su entorno, al evitar limitantes de las posibilidades de aprendizaje que producen una mejora en las capacidades que serán útiles en su vida.

Así, el desarrollo puede verse reflejado en la creciente capacidad de autorregulación que se aplica en las relaciones sociales, al volverse cada vez más autosuficientes, resultado de la relación entre cuidadores y los niños.

La Educación Inicial es un proceso de crianza colectiva que busca el desarrollo de los niños dentro de un ambiente estimulante, de confianza e interés por parte de los agentes educativos para la elaboración de tareas compartidas en las cuales se cultiva la exploración, se fomenta la autonomía, se protege la salud emocional y se cuida el desarrollo integral de las niñas y los niños. La relación de los niños y las niñas menores a tres años con otras personas, tanto con adultos como con sus pares son importantes en su desarrollo, ya que los prepara para integrarse a un medio social de acuerdo a sus capacidades.

Referencia: Modelo de atención con enfoque integral, versión preliminar

                            

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