Los chiquitos aprenden nuevas capacidades en un orden específico, por ejemplo, aprenden a gatear antes de caminar, luego siguen con los colores, las formas, los tamaños, las texturas y los números. Así van de las cosas más simples a las más complejas en el camino de la maduración. Color: ellos deben entender los nombres de los colores antes de poder decirlos. El primero que suelen aprender es su color favorito, luego comienzan a relacionar los colores y a señalarlos y, finalmente, aprenden a decir los nombres de los colores. Tamaño: el modo de aprender a asimilar el concepto de tamaño es encajando objetos, es decir, poniendo objetos pequeños dentro de otros más grandes. Después aprenden a reconocer y clasificar las cosas de acuerdo con su tamaño. Juntando por ejemplo, todas las tazas grandes por un lado y las chiquitas por el otro y después pueden identificar de qué tamaño es algo, si grande o chico. El resultado es usar esos términos en su charla. Números: primero aprenden el significado de “uno” y lo demuestran tomando o dando un objeto. Después aprenden el “dos2″ y, a partir de ahí siguen haciendo progresos hasta contar objetos en voz alta. Forma: según los expertos, los bebes ven el mundo como un rompecabezas y deben comprender dónde va cada objeto, como por ejemplo que los zapatos se ponen en los pies, los guantes en las manos y, cuando comienza a armar rompecabezas aplicará todo lo que aprendió hasta ese momento. Textura: es sabido que los bebés pueden distinguir algunas texturas desde su nacimiento. Por eso pueden conocer las mínimas diferencias de rugosidad entre tetinas o chupetes y después avanzan en su conocimiento a medida que desarrollan su motricidad moviendo y tocando objetos.
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